MERCEDES SIMONE EL Tango y la Dama El estudio de Radio Belgrano tenía un aspecto de iglesia en los instantes previos a misa, mucho público, en silencio absoluto, en recogimiento podría decirse, los asistentes corriendo de aquí para allá, los técnicos ocupados con los últimos ajustes, el director y sus colaboradores dando las instrucciones finales. Una hermosa mujer, vestida elegantemente y con un vistoso abrigo repasaba, ya parada frente a uno de los micrófonos, una partitura. A su lado los músicos, de riguroso traje negro, afinaban sus instrumentos. La expectativa era grande: claro, a esa estrella la habían contratado por 7200 pesos mensuales, por cuatro audiciones semanales a diez canciones por cada una; su registro de mezzosoprano, a excepción de Rosita Quiroga, no era habitual, todas eran sopranos ligeras, aunque Azucena Maizani alcanzaba una amplitud de registro hasta los graves y Ada Falcón lograba tonos bajos. La cifra pagada era toda una fortuna para 1